28 de noviembre de 2012

Blancanieves: un mordisco a nuestras raíces para envenenarnos de emociones (Pablo Berger, 2012)



Un taconeo, unas palmas, una rosa y un olé. Pero también un lamento, una navaja, un quejío y una lágrima. Es el compendio de sensaciones auténticamente nuestras que recopila Pablo Berger en su film Blancanieves. Seleccionada como candidata para representar a España en los próximos premios Oscar (veremos si entra en las candidaturas), esta película muda que adapta el cuento de los hermanos Grim a suelo andaluz es toda una sorpresa.


Y es que cuando creíamos que con The Artist ya habíamos recuperado un afán por el cine antiguo, ahora nos vemos con otra cinta similar en la forma pero muy, muy distinta en el fondo. Si The Artist utilizaba el cine mudo y en blanco y negro como un recurso que sirve de homenaje íntimo y preciosista al cine de todos los tiempos, en Blancanieves este mismo recurso es su soporte narrativo básico. No es ningún homenaje, sino una película que podrían haber hecho los clásicos en los años veinte. Es decir, narra como lo harían aquellas películas a las que Pablo Berger admira, como él mismo ha confesado.

Dejando a un lado las comparaciones, Blancanieves adapta el popular cuento con personajes de la Andalucía de los años veinte, de manera que tenemos toreros, artistas, terratenientes, apoderados… y seis enanos toreros que hacen reír al público más cañí. De entrada, la historia no deja de ser la misma, pero el contexto la convierte en un cuento trágico y doloroso, muy en línea con la tradición del flamenco y, por extensión, con la cultura española. Una Blancanieves torera que aumenta su fama gracias a su valentía en la plaza, mientras la madrastra de alta alcurnia se vuelve envidiosa y vengativa. Familiares y amigos de la joven constituyen un equipo pintoresco que hace equilibrar el conjunto. Y por último, los enanos toreros que dibujan un marco al más puro estilo de Freaks.



Todos los actores están perfectamente elegidos y, por encima de todos ellos, destaca como siempre Maribel Verdú en su papel de madrastra ambiciosa. No sólo su interpretación malévola la dota de un áurea odiosa, sino también la puesta en escena de su personaje, siempre vistiendo modelos ostentosos y sombreros con plumas hasta el techo que estiran su figura y la vuelven más peligrosa.


Estupendo el trabajo artístico en este aspecto y en otros muchos, donde la influencia del cine expresionista alemán es más que evidente. Por ejemplo, el carromato donde viajan los enanos, los paisajes por donde pasan o los momentos en que conviven juntos son planos cargados de efecto fantástico y magia. También advertimos influencia de este tipo de cine en las escenas de la feria, donde parece que nos encontremos en el gabinete del doctor Caligari.

Sin duda, el cine mudo en todas sus variantes también le ha servido de influencia a Pablo Berger en cuanto a los planos más emotivos, que se cargan de intensidad gracias a una mirada. Por ejemplo, un film como Avaricia (Erich von Stroheim, 1924), Amanecer (F.W.Murnau, 1927) o Lirios rotos (D.W. Griffith, 1919) pueden ser un espejo donde mirarse, especialmente con las escenas de la niña Blancanieves y su relación con el padre o la escena de la muerte de la madrastra, tan simbólica y tan impactante, entre otros momentos y planos.


En definitiva, Blancanieves es un film entretenido, cercano a nuestra cultura y artísticamente atractivo. Es meritorio el trabajo a nivel de fotografía y montaje porque consigue que el espectador no pierda el hilo y, además, disfrute ampliamente con la proyección. Y lo más importante es que se trata de una película que emociona y sorprende que, en los tiempos que corremos, no es muy frecuente encontrarlas. Si con The Artist la emoción llegaba el corazón, con Blancanieves se necesitarán pañuelos blancos para su indulto porque, en línea con nuestra tradición más popular, la emoción se teñirá, como no, de sangre y arena.

Web oficial: http://blancaniev.es/

Trailer:

4 comentarios:

  1. Me parece estupendo que haya sido elegida para representar a España en la 85º edición de los Oscar;es un film original y diferente.Un buen regalo para Aiko la hija de Pablo Berger ya que nacieron( hace nueve años) y fueron creciendo al mismo tiempo hija y película.Trabajo arriesgado que creo tendra su compensación.

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  2. Gracias por tu aportación, Patricio. Nueve años son muchos para preparar una película, pero cuando uno tiene interés en sacar adelante un proyecto, todo se centra en alcanzar ese objetivo. Puede estar contento Pablo Berger, que, al final, ha podido hacerlo, a pesar del riesgo. The Artist le habrá ayudado para que, al menos, haya más interés en verla.

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  3. Estampas curiosas, una mirada diferente, un final desolador.... Hay buen material y hermoso cine en las imágenes de 'Blancanieves' que nos trae Pablo Berger. Aunque no sé si el hecho de que se haya llevado diez Premios Goya en la última edición dice mucho de nuestro cine. Un saludo!!!

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  4. Saludos, manipulador! La verdad es que los últimos premios Goya son para analizarlos... Los premios creo que son merecidos, pero eso a costa de olvidar a otros films que tal vez hayan resultado más entretenidos! En fin, al menos, le agradeceremos a Berger que haya ofrecido una propuesta arriesgada y, como comentas, con una mirada diferente.

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